Hasta siempre, UDS; ¿hola, nuevo club?

La Unión Deportiva Salamanca ha muerto. Ésta es la triste noticia que ha recibido la ciudad de Salamanca hace muy pocos días. La UDS, club nacido en el año 1923, no volverá a jugar en el estadio Helmántico… aunque quién sabe si quizás sí lo haga otro club –esta semana saldremos de dudas. Pero, se funde o no un nuevo club, no será lo mismo… lo que no quiere decir que vaya a ser peor ni mejor; simplemente, no será lo mismo.

La historia reciente de la UDS ha venido marcada por los capítulos económicos y, en los últimos años, más se ha hablado de lo extradeportivo que de lo deportivo… hasta que la pesadilla se hizo realidad y el club desapareció en el presente mes de junio de 2013.

Pero en la mente de sus aficionados quedarán los grandes recuerdos y los espectaculares partidos, especialmente los vividos en el Helmántico, estadio inaugurado en el año 1970. En este estadio, la Unión Deportiva Salamanca ha jugado las 12 temporadas que ha disputado en la 1ª División: la primera en la temporada 1974/75 y la última en la 1998/99.

Ascenso de la UDS en la temporada 1994/95
Quizás, haya sido el ascenso más épico. La UD Salamanca regresó a 1ª División en la temporada 1994/95. Lo hizo contra todo pronóstico en el Carlos Belmonte de Albacete, equipo que defendía su puesto de la 1ª División. En una eliminatoria a doble partido, los manchegos habían vencido 0-2 en el Helmántico. La UD Salamanca consiguió voltear la eliminatoria.


Victorias frente a los grandes
Tampoco serán fácil de olvidar partidos como los logrados por la UDS frente a grandes equipos, como el Barcelona (4-3, temporada 1997/98), Atlético de Madrid (5-4, temporada 1997/98) o Valencia (6-0, temporada 1997/98).




Himno

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El ‘gocar’ de Lisboa: gran idea, discutible ejecución

Cuando ves la posibilidad de hacer una ruta turística por Lisboa a través de un ‘Gocar’ la idea llama la atención. El precio puede resultar algo caro a primera vista pero no lo es tanto; más aun, si eres blogger y te comprometes a compartir tu experiencia, como es el caso (la primera hora es gratis si te acoges a esta opción). Además, esta actividad no es algo habitual en ciudades turísticas… por ello, la experiencia, a priori, es apetecible.

Pero la cosa va cambiando a medida que todo está a punto de comenzar. Primero, debes dejar un depósito de 100 euros, que te devuelven a la llegada. Aparte, es aconsejable hacerte un seguro de otros 10 euros pues hay algunas partes del coche realmente caras… pero el seguro tampoco te cubre todo ya que, si hicieras algún daño al coche, lo que pagas –si te haces el seguro– es la fianza depositada (para que nos entendamos: una especie de seguro con franquicia y la franquicia son los 100 euros de depósito).

Tampoco es muy alentador que el primero de los coches que te dejen –hablo desde mi experiencia– no arranque por un problema de batería. Lo del GPS es simplemente una voz que te va guiando por el circuito escogido pero no existe pantalla alguna y, si te sales de la ruta marcada, el GPS no te va a dar indicación alguna… ¡y qué decir del ruido del vehículo: insoportable!

Pero lo peor, siempre desde mi experiencia, es cuando en alguna de las múltiples empinadas calles de Lisboa, el ‘gocar’ no avanza, se queda parado… hasta el punto de que el copiloto se tuvo que bajar hasta en seis ocasiones para empujar el coche; en dos ocasiones, nos tuvimos que bajar tanto el copiloto como el piloto porque el coche era incapaz de avanzar. Llegados a este punto, lo único que deseas es volver al punto de partida y dejar allí el coche y borrar la experiencia de tu mente lo antes posible.

Es una pena que una idea que parece tan llamativa, desde mi punto de vista, no esté bien ejecutada y deje tanto que desear. Para mi gusto, las dos principales carencias son: un verdadero GPS con su pantalla y que incluso te guíe más allá del circuito marcado ya que, si eres turista, es muy probable que por error te salgas del circuito prefijado; y quizás más importante aún: un verdadero vehículo, capaz de subir las pendientes de Lisboa, que son bastantes y muy prolongadas.


En cualquier caso, por aquí dejo el link de la página web por si alguien quiere alquilar un ‘Gocar’… quizás, tenga mejor suerte que yo.
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